El 63,5% de los norleoneses cobra menos de 1.100 euros brutos mensuales

La necesidad creó la etiqueta mileurista y la crisis la llenó de contenido. Sueldos de menos de 1.000 euros al mes, asociados en su origen a los jóvenes con alta cualificación que no veían plasmada en su nómina, pero que ahora ya agrupa a un colectivo mucho más amplio. En la provincia leonesa, 134.593 personas -"entre asalariados, desempleados y autónomos-" perciben mensualmente menos de 1.100 euros brutos, según el informe del Cuerpo Especial de Gestión de la Hacienda Pública (Gestha), realizado a partir de los datos disponibles de IRPF correspondientes al 2007 y de la Encuesta de Población Activa (EPA). Un dato que, confrontado con los 179.800 leoneses en edad de trabajar, resuelve que el 63,5% cuenta con el dudoso honor de pertenecer a este club de gran auge en la actualidad.

El dato le sirve al colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda para explicar por qué sólo el 24,2% de los leoneses cuenta con un plan de pensiones. Un producto financiero que no cuadra con «la escasa capacidad de ahorro» de los ciudadanos de la provincia, ya que «la mayoría de ellos en edad de trabajar no cuenta con la seguridad laboral ni genera los ingresos suficientes para permitirse suscribir planes privados de jubilación».

Esta realidad conspira contra los consejos del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien recomendó que se suscribieran fondos privados de pensiones para garantizar un complemento a la prestación que sale del sistema público. Pero el consejo sólo se refleja en 58.342 leoneses, cuyos planes de pensiones suman 85 millones de euros anuales, lo que supone una media de 1.457 euros por cada ciudadano que recurre a la iniciativa de las entidades bancarias para no llevarse un susto cuando tenga que dar por cerrada su vida laboral.

El indicador no desentona con el panorama nacional, donde uno de cada cinco trabajadores carece de plan de pensiones. Margen con el que se razona que el perfil de españoles que más aportaciones realiza a estos productos es el de los trabajadores «mayores de 45 años, con un empleo estable y unos ingresos por encima de los 30.000 euros», según Gestha. Un coto en el que se observa que «el 17,6% de los españoles acapara el 65% de las ventajas fiscales» de estos fondos privados.

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