Filandón minero

Torre del Bierzo rememoró el lenguaje y vivencias de los trabajadores del carbón.





Torre del Bierzo, municipio minero por excelencia, celebró el primer filandón con el que se pretende recuperar y recoger historias de la gente ligada a la explotación del carbón. Y todo, se quiso hacer coincidir con la celebración cercana de la festivdiad de los mineros, con la patrona Santa Bárbara.

Con estos precedentes, de la mano de los participantes en el filandón minero se han podido conocer vocabulario y expresiones de uso exclusivo en la minería o con significado diferente al de su utilización habitual, dando de esta forma origen a más de una anécdota. Otros significados como el de «regar», «hacer el muerto» o «prima» se unieron a palabras como «despile, rampla, guaje y más».

El relato de situaciones simpáticas y comprometidas relacionadas con las costumbres y vivencias de los mineros se unió al recuerdo de personajes pintorescos, entre los que se incluyó uno especial conocido por el nombre de Macario. Se trata de uno de los mulos que se emplearon hace décadas para extraer los vagones de carbón y del que aseguraban «contaba los topes, porque no tiraba de más de cinco vagones, además de ir a cobrar cada mes igual que nosotros».

El primer filandón minero de Torre del Bierzo, organizado por el Ayuntamiento y la Fundación Cultura Minera, buscaba rescatar del olvido una historia que define el carácter de una sociedad ligada a la explotación del carbón en la comarca, en tiempos duros de laboreo y con muchas penurias y necesidades.

Con una elevada participación de público en su jornada inaugural, el primer filandón de Torre incluyó también la proyección del documental que llevaba por título «Paisajes interiores». El trabajo fue elaborado por Gabriel Folgado, que cuenta la historia de tres generaciones ligadas al mundo de la minería, y se cerró con un posterior coloquio.


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